En guerras

1914-1918 / 1939-1945, NANTES-ST NAZAIRE

¿Qué recordar de aquello que la memoria colectiva conservó de la Primera Guerra Mundial en Nantes y Saint-Nazaire, dos ciudades de retaguardia que acogieron a aliados y heridos? ¿Qué imagen de la Unión Sagrada se perfila en una ciudad como Nantes, donde al día siguiente del asesinato de Jean Jaurès estalla una manifestación pacifista? ¿Y del frente civil, que debe permanecer solidario de los combatientes hasta en la miseria? ¿Del esfuerzo de guerra, que impone el patriotismo como un deber nacional?

¿Qué lugar pasaron a ocupar los soldados, una vez restaurada la paz?  ¿Y las mujeres que les habían sustituido en las empresas? ¿Qué huellas de la brutalidad del conflicto fue necesario borrar? ¿Qué recuerdo positivo y glorioso hubo que construir para superar el trauma? ¿Qué sombra proyectó la Primera Guerra sobre la Segunda? ¿Nantes y Saint-Nazaire participaron en la marcha hacia la guerra? ¿Fue Nantes una ciudad resistente y mártir, como ella misma se describe? ¿No fue acaso, también, una ciudad colaboracionista? ¿No fue teatro de ninguna delación o tortura? ¿No tuvo una población de origen israelí perseguida y deportada, como ocurrió en el resto del país? ¿No vivió ningún período oscuro?

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El 6 de mayo de 2008, Gisèle Giraudeau donó al Museo la bata de reclusión que llevara en el campo de Ravensbrück, al que fue deportada por actos de resistencia. Marcel Jaunet legó la bandera nazi, encontrada en las oficinas del 11.^o cuerpo del ejército que le habían pedido que custodiara el 12 de agosto de 1944, cuando era comandante de las F.F.I. (Fuerzas Francesas del Interior). El Comité del Recuerdo de los Resistentes y Deportados del Loira-Inferior, por su parte, entregó un lote de carteles vinculados a la ejecución de los cincuenta rehenes y el uniforme de Roger Cadiot, resistente de Nantes deportado al campo de Dachau.

Este acontecimiento, ampliamente difundido por la prensa de la época, marcó el inicio de la colecta. Que nunca terminó. Hoy en día, la colección cuenta con unos 650 objetos y documentos. Cerca de 450 serán expuestos. Al acompañar la escritura del guión de la exposición, la colecta le imprimió también el tono: contar qué significa la guerra para los civiles. Todos estos objetos están perfectamente documentados. Muy diversos entre sí, cada uno refleja a su modo una época y los sentimientos asociados a ella. Son todas historias de hombres y mujeres.

Comisariado de la exposición: Krystel Gualdé (Museo de Historia de Nantes)

Escenografía: Agencia Jean-François Bodin y asociados

Diseño gráfico: Yan Stive